ienvenido a tu zona de piscina privada, bañada por el sol, rodeada de exuberantes palmeras y vibrantes plantas canarias que crean una atmósfera serena y romántica.
La piscina curvilínea, de forma única, te invita a darte un refrescante chapuzón, mientras que su entorno tranquilo y apartado garantiza una relajación y privacidad totales. Alrededor de la piscina hay cómodas tumbonas, perfectas para tomar el sol todo el día. Cerca hay una encantadora mesa y sillas, ideales para disfrutar de comidas o bebidas al aire libre. Toda la zona está bañada por la luz del sol, lo que la convierte en un refugio idílico para descansar, nadar o cenar, todo ello en medio de la belleza de las plantas naturales de Gran Canaria. Al caer la noche, la zona de la piscina se transforma en un refugio mágico con suaves y resplandecientes luces que iluminan el agua en bellos tonos caribeños turquesa. Las suaves curvas de la piscina brillan bajo las luces, creando un ambiente sereno y romántico. La villa dispone de jardinero y servicio de piscina semanal, lo que garantiza un hermoso jardín y una piscina cuidada durante toda tu estancia.